La Diputación de Sevilla destaca la importancia de su red de trampas de mosquito en la vigilancia del virus del Nilo occidental

La incidencia del virus del Nilo occidental en humanos cae casi un 100% gracias a la gestión de 39 trampas en 37 municipios de la provincia de Sevilla en colaboración con el CSIC

La Diputación de Sevilla, a través del Plan de Vigilancia y Control de Mosquitos Transmisores del virus del Nilo occidental (VNO) en la provincia de Sevilla, tiene establecida una red de monitoreo para el control de estos mosquitos compuesta por 39 trampas distribuidas por 37 municipios, una estructura decisivo en la detección temprana de la actividad de los mosquitos y de la circulación del virus del Nilo occidental (VNO). Las trampas se gestionan mediante un acuerdo con el Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC), de modo que son técnicos de la Estación Biológica de Doñana los que se encargan de su revisión, así como de la identificación entomológica de las capturas y de su análisis para la detección del VNO.

La red se puso en marcha en mayo y, de esas casi 40 trampas, nueve se sitúan en los quince municipios de la Zona de Especial Seguimiento, en cuyas áreas periurbanas la Diputación también está actuando con tratamientos específicos, tras la elevada incidencia del año anterior.

En el conjunto de la provincia, las trampas de la Diputación suponen el 68% del total de las instaladas. La red se complementa con once trampas de la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias y siete propias del CSIC, en este caso, ubicadas en la Zona de Especial Seguimiento.

La red de trampeo de la Diputación de Sevilla se ha mostrado como un sistema de alerta temprana fundamental, permitiendo detectar la actividad de mosquitos y la circulación del VNO. Gracias a su seguimiento continuo y coordinación científica, facilita activar medidas de control eficaces a tiempo y ha contribuido a reducir la positividad en vectores y la incidencia en humanos incluso en un año ambientalmente favorable para los mosquitos. Esta red estará plenamente operativa hasta finales de noviembre. Durante los meses de invierno, cuando se reduce la circulación de mosquitos, se mantendrá también en las zonas en las que se ha detectado circulación de virus.

Protocolo de muestreo

El protocolo de muestreo se basa en trampas del modelo BG-Sentinel, que se despliegan una vez por semana durante 24 horas en zonas sombreadas, accesibles y con hábitat adecuado para las especies de objetivo, en las zonas de interés. Estas trampas incorporan una fuente de dióxido de carbono como atrayente, para simular la respiración de humanos, aves y equinos y favorecer la captura. Cuentan con un sistema de ventilación para distribuir el dióxido de carbono y aspirar los mosquitos hacia una bolsa de colectora.

Las capturas se conservan en frío durante su transporte y procesamiento. En el laboratorio, las muestras se identifican a nivel de especie y se forman lotes de hembras de especies competentes del género Culex (Cx. perexiguus, Cx. pipiens, Cx. modestus, Cx. laticintus) para su análisis mediante PCR para la detección del VNO. Los resultados positivos se notifican a la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias, la autoridad competente encargada de comunicar y establecer las medidas acción previstas en el Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental de Andalucía.

Los picos de las capturas

La red de trampeo ha permitido evaluar la dinámica de las poblaciones de mosquito durante la campaña. De este modo, se ha observado un máximo estival en las capturas hacia finales de julio y comienzos de agosto, seguido de un descenso posterior con oscilaciones y un pico secundario de menor intensidad en otoño.

Cabe destacar el notable retraso (de hasta cuatro meses) en la dinámica poblacional de mosquitos respecto a años anteriores, así como un incremento significativo de las capturas durante el pico estival en comparación con la campaña de 2024. En este sentido, el primer positivo se detectó el 2 de agosto en el municipio de Castilblanco de los Arroyos en una trampa de Diputación de Sevilla, que fue además el primer municipio declarado como “área en alerta” en la provincia, al detectarse en virus en una trampa situada a menos de 1,5 kilómetros de núcleos de población.

La positividad registrada también experimentó un retraso respecto a la media habitual, ya que los primeros casos se produjeron durante el pico de julio-agosto, y ha habido una incidencia acumulada inferior a la observada en 2024. En concreto, se ha detectado un 16% menos de positivos en mosquitos en el conjunto de la provincia y un 56,3% menos en los 15 municipios de la zona de especial seguimiento incluidos en el Plan de Diputación. Estos resultados se han obtenido a pesar de contar este año con una red conjunta de muestreo mucho más amplia que en 2024 y de las condiciones ambientales especialmente favorables para la proliferación de mosquitos, con abundantes precipitaciones en invierno y primavera, temperaturas medias elevadas desde finales de la primavera y a la inundación plena del arrozal en el Bajo Guadalquivir.

La incidencia ha sido aún menor en humanos, con tan son sólo dos casos positivos, lo que supone un descenso del 98% y ningún fallecido, frente a los 11 registrados en 2024, según los datos de la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias, como competente en materia sanitaria.

La Diputación ha destinado 6 millones de euros al contrato bianual con Tragsatec para ejecutar el Plan de Vigilancia y Control de Mosquitos Transmisores del virus del Nilo occidental (VNO) en la provincia de Sevilla, que incluye esta red de trampeo, prospecciones de control larvario, tratamientos biocidas terrestres y aéreos y otras medidas de lucha integral y actuaciones de comunicación y divulgación que se están llevando a cabo en los 15 municipios de la Zona de Especial Seguimiento.